La verdad debo decir se me hace extremadamente dificil escribir con total imparcialidad luego de lo acontecido en el día de ayer. Quizás sea por lo reciente de los hechos o por mi envolvimiento en el proyecto, pero lo cierto es eso, me cuesta ser objetivo al escribir estas líneas. Sin embargo, y a menester destacar, la actitud de intentarlo estará vigente a lo largo de todo este esbozo.
Pensé y reflexioné mucho acerca del partido a pesar de lo doloroso de semejante ejercicio. Recontruí imaginariamente varias de las jugadas, circunstancias y momentos del mísmo. Como consecuencia, descompuse todo en una especie de borrador mental, mezclando datos de índole matemático con datos de tipo futbolístico. Lo previamente mencionado me permitió alcanzar una serie de conclusiones que, si bien no apaciguaron mi tristeza y malestar, me permitieron rescatar un conjunto de cosas que "en caliente" y sin reflexión jamás habría podido distinguir.
En primer lugar, fuimos con claridad más que el conjunto rival. No solo un virtual ping-pong hubiera arrojado un resultado abultado a favor nuestro sino también que la posesión del balón en todo momento favoreció a nuestro Dr. Cogorza.
En segundo lugar, nuestros goles provinieron todos de jugada colectiva mientras que los del oponente se limitaron a garrafales errores nuestros a excepción del tercero, que fue producto pura y exclusivamente de la suerte.
Continuando, en tercer lugar, la final cantada era de común conocimiento dentro de todo el torneo. Era nuestro equipo contra Dep. Belgrano. Circunstancias de este juego, hizo que eso no se pudiese dar. Por ende, opino que fuimos los 2 mejores equipos del campeonato.
En cuarto, y último lugar, se jugó bien. Y eso es lo que más disfruté mientras jugaba. Desde hace 8 o 9 partidos venimos sosteniendo un funcionamiento que hace que si alguien nos ve jugar sin camiseta se de cuenta que somos nosotros.
Si bien esto no terminó porque aún resta que peleemos por el 3° puesto quería manifestarles algo a todos. A todo el plantel y a Ricky obviamente:
"Gracias por permitirme jugar al lado de ustedes. Correr, poner, relevar, pasar, mirar, quitar, patear son todas acciones que, hacerlas en una cancha de fútbol jugando al lado de amigos y personas que aprecio tanto como ustedes, terminan resultando mucho más gratas y amenas que lo que serían a como de costumbre. Espero, me dejen seguir jugando al lado suyo muchos más campeonatos y no me priven de ninguno de ustedes. Y como ya les había manifestado una vez: el campeonato humano, para mí, ya lo habían ganado por goleada. El futbolístico al lado de ese, creanme, es anecdótico".