
Era inevitable no encontrárse a este personaje en una salida nocturna, más específicamente, por el centro de Quilmes. Quizás por su cercanía de dos manzanas con el centro la ciudad, o por su protagónico rol en las bolicheadas, o por su debilidad por las mujeres, o por su relación con sus pares, o por su predilección por las bebidas del tipo alcohólicas; el tema es que el alma pachanguera de Julián Ramiro Feler jamás lo relegaba de un fin de semana de patrullas nocturnas.
Aunque cierto día, su nostalgia de pronto emergió por un viejo deporte que lo había visto como partícipe defendiendo los colores del "cervecero" (vaya paradoja) en la Liga de AFA. Es por eso, que jamás vaciló al responder, ante la iniciativa de quien les escribe, su predisposición para jugar en algún torneo de fútbol.
Su presencia en la lista de buena fe era todo un hecho, al igual que su inminente debut en el primer amistoso del equipo el 21 de Marzo. Aunque ese tercer Domingo de Marzo llegó, jamás encontró en él la presencia de Julián con la camiseta del equipo. Los rumores sobre una recaída acechaban latentes.
Sus disculpas finalmente se hicieron oir al corto plazo y su compromiso de asistencia perfecta a partir de ese momento finalmente encontró lugar en sus palabras.
Hoy ya lleva tres partidos de forma ininterrumpida como 8 del equipo, y desde su entorno no callan en transmitir el entusiasmo mostrado por él para con el equipo y su nivel.